El origen de la Ley se basa en la necesidad impuesta por la condición social del ser humano. La palabra Ley tiene su origen en la palabra latina «derectum» que significa recto, refiriéndose a los fieles de la balanza, que mantiene en equilibrio ambos platos, tratando de lograr un equilibrio entre los derechos en competencia.
En toda comunidad hay conflictos, y las normas que constituyen la Ley tienen el objetivo de resolverlos, por lo que desde las sociedades humanas más primitivas se les exigía establecer jerarquías, división de roles, regulación de la vida sexual, resolución de disputas de propiedad, etc., hasta consolidar modelos de Estado como, por ejemplo, la protección de la protección del capitalismo privado.
Un sistema para mantener el orden
El sistema de reglas, incluye los usos, costumbres, normas morales, lo religioso y lo legal, y en este último caso, las entidades públicas encargadas de su elaboración, aplicación y sanción. Las primeras normas fueron transmitidas oralmente y formaron el derecho común, y luego se tradujeron en leyes escritas más seguras con gran influencia de la religión, como las leyes de Moisés; y de la moral (Ulpian designa verdaderos preceptos morales integrando el concepto de la Ley: Vivir honradamente, dar a cada uno lo que le corresponde y no causar daño a los demás).
Los primeros códigos de leyes pertenecen a los sumerios, con una sistematización sorprendente. En Babilonia es especialmente importante por su antigüedad y para mostrar el rigorismo extremo, propio de una civilización antigua y vengativa, el Código de Hammurabi.
Sin embargo, será el Derecho Romano el que ofrezca una elaboración de normas de Derecho privado, evolucionadas y progresistas, que es sin duda la gran fuente de los códigos civiles de la modernidad. El problema que plantea la doctrina es si existían o no los grupos humanos más primitivos de la Ley y, en el primer caso, establecer que tenían los caracteres.
¿Cuándo nació la ley?
Probablemente, el lector dirá que, si hablamos del origen del Derecho -en el campo de la historia y de la sociología, del derecho-, lo lógico sería pedir tal como había aparecido, la Ley por primera vez sobre la faz de la tierra. Pues bien, como debe ser, pero es bueno recordar que cualquier intento de resolver el problema así planteado ha terminado en fracaso, por falta de fuentes de información que permitan conocer la primera etapa de la prehistoria; sólo existe, respecto a hipótesis más o menos aceptables, pero una hipótesis al final.
Stammler, maestro de filosofía jurídica, en su libro el Génesis de la ley, cita el caso de un navegador que había visitado una tribu de África salvaje y se retiró en la creencia de que había Ley, ya que daba la impresión de que cada uno hacia lo que se siente, sin que a nadie le importe en lo más mínimo; sin embargo, al retirarse, si ese cambio de opinión, como observaron varios indígenas llevando a una mujer en una camada, que era la Reina de la tribu a la que le debía obediencia, y así sucesivamente, demostraba la existencia de un régimen legal.